sábado, 6 de junio de 2015

Primer viaje en tandem! día 1


De vuelta en la ruta... pasó mucho tiempo desde la ultima vez, aquella donde me quedara tirado en la ruta con la bicicleta rota... Este viaje fue diferente a todos los anteriores; por primera vez anduve acompañado... acompañado por la persona que eligió acompañarme en la vida también!
Necesitábamos los dos salir de Buenos Aires, de la cuidad, para mezclarnos con la naturaleza, para conocernos, para hacer algo que nos gusta a los dos, y, porque no, para probar una situación que nos gusta a ambos, pero esta vez, juntos.
El plan original era aprovechar el fin de semana largo, del 21 al 25 de mayo; debido a la falta de tiempo y a los riesgos de rodar por el conurbano bonaerense, decidimos tomar un tren hasta Lujan y desde ahí, rodar hacia San Antonio de Areco, pasando por San Andres de Giles, Carmen de Areco y Capitán Sarmiento. Luego seguiríamos hasta Zarate donde tomaríamos el tren de vuelta a Buenos Aires.

Así fue como el Jueves 21 a las 15:00 hs estaban las dos bicicletas listas y cargadas, esperando que Yana vuelva del trabajo para arrancar hacia la estación de tren de Once, donde tomamos el tren con destino hacia Lujan, trasbordando en Moreno del tren eléctrico al diésel. Esta parte del viaje no fue muy placentera, ya que tomamos el tren en hora pico, y no había espacio dentro del vagón ni para pensar siquiera. Ya en el andén de la estación de Moreno pudimos respirar de nuevo y empezamos a buscar la formación diésel que nos llevaría a lujan... consultamos a la primer persona que vimos y esta nos contesto "no hay tren, están reparando las vías y hace tiempo que el servicio no esta funcionando"... nos miramos con Yana desconcertados; como podía ser que nuestro viaje se termine así cuando ni siquiera había empezado? Con la idea de llegar a lujan pedaleando me acerque a preguntar en un negocio sobre el anden donde una señorita me dijo con cara de sorprendida que el tren si funcionaba normalmente, señalando el anden desde donde partía... Si bien nos alegramos que la información anterior sea falsa, no nos alegro tanto el hecho que para llegar a dicho anden había que subir a la pasarela sobre las vías por escalera... con las bicicletas cargadas!!! Por suerte, la buena gente todavía existe y nos ayudaron a subir las bicicletas... y a bajarlas... y a subirlas al tren ya que el anden no se encontraba a nivel con el vagón.


 (Yana) Era la primer vez para mi que viajaba en un tren diésel ! Hacia mucho tiempo que no viajaba en un tren donde se podían abrir las ventanas, y nunca había viajado con la puertas abiertas, Tenia la sensación de estar en una película. Podía sacar el cuerpo entero y ver todo el tren, el paisaje, los autos que se paraban para dejarnos pasar, y la noche que llegaba despacito.


(Eloy) El viaje desde Moreno a Lujan fue cortito, pero nos permitió conocer a Fabio y Miguel, dos muchachos que volvían a su casa y que nos explicaron como teníamos que hacer para poder salir a la ruta hacia San Andres de Giles y también nos previnieron de los riesgos que podríamos encontrar en lujan. Llegamos a destino a las 21:30, luego de una pequeña charla y la despedida de Fabio y Miguel, tomamos el camino que nos habían indicado hacia nuestro destino final del día.


Solo nos detuvimos unos minutos a comprar algunas provisiones que consideramos necesarias para el viaje y luego, la ruta. A pocos kilómetros de salir de Lujan nos encontramos con la obra de la nueva ruta, que nos permitió hacer todo el trayecto restante lejos del transito, lo cual fue muy tranquilizante, ya que al momento de llegar a la ruta ya era noche cerrada. Solo tuvimos que preocuparnos por sonidos desconocidos!!



Anduvimos durante dos horas hasta llegar a una estación de servicio en las afueras de San Andres de Giles, donde decidimos finalizar nuestro primer día de viaje acampando ahí mismo.



Cristian, el playero, nos indico a donde armar la carpa, no dijo que no había ningún problema para las bicicletas, que el iba a estar toda la noche.
(Yana) Aca, tuvimos acceso a la ducha. Que alivio ! 
Poder templarse el cuerpo bajo el agua caliente. Pudimos cocinar fideos para recuperar la energía perdida.
Eloy me hizo un masaje.... que bueno !!! porque me dolía mucho la espalda, mas precisamente el omóplato izquierdo (parecería que tengo un brazo mas corto que el otro).











sábado, 21 de junio de 2014

Contruyendo-en construisant-building-строят-construendo-construindo

En estos momentos me encuentro traduciendo el blog a varios idiomas, espero que sea de su agrado


En ce moment je suis en train de traduire le blog sur plusieurs langues, j’espère que cela vous plaise


Currently I am translating the blog in many languages, I hope it would like you


На данный момент я перевожу блог на несколько языков, я надеюсь, вам понравится


In questi momenti sto traducendo questo blog in cualche lingue spero che vi piacera


No momento eu estou traduzindo o blog em várias línguas, espero que você curta



viernes, 13 de junio de 2014

Día 11 y 12 (9 y 10 de junio 2014)

 Hoy salí desde Samborombón hacia Oliden, se suponía que era un tramo corto y llegaría hoy a Magdalena... pero el destino se encargó de complicar todo... Luego de recorrer 12 kilómetros por AU 2 me desvié por la Ruta Provincial 82 hacia Oliden, 2 kilómetros después de haber tomado este camino de tierra noté que el kayak estaba escorado sobre el trailer, revisándolo descubrí que la soldadura del eje del trailer se había rajado y estaba suelto por lo que la aseguré con una cuerda, lo que me permitió continuar 2 kilómetros mas, hasta que me di cuenta que el kayak estaba escorado de nuevo. Me dispuse a frenar para resolverlo de vuelta cuando escucho ruido y siento el bloqueo de la rueda trasera de la bicicleta; se destruyó la transmisión.

 Analizando la situación, no me quedó mas remedio que pedir ayuda motorizada, lo cual me generó cierta decepción; estando tan cerca de mi objetivo, tener que recurrir a un automotor... pero está claro que no quedaba otra opción, así que luego de contactar a mi prima y explicarle la situación, se encargó de conseguirme un flete, que llegó a Oliden al día siguiente. El problema era que la ruta donde yo estaba es muy poco conocida, había que conseguir alguien con una camioneta y que conozca bien la zona; por suerte el Señor Carlos, delegado comunal de Oliden, se tomó el trabajo de ir a mi encuentro y acercarme hasta el puesto de vigilancia policial de Oliden, donde pude esperar el flete. Y así terminó esta primer etapa, no como hubiese querido, pero bien, sano y salvo!
La camioneta de Carlos

Carlos y yo

el flete!

puesto de vigilancia policial de Oliden

Día 10 (8 de junio 2014)

Acá estamos, después de lo sufrido, listos para salir de nuevo; ya dejó de llover, "el convoy" está arreglado y en forma, y, como si fuera poco, ¡hoy tengo viento a favor!. La idea de hoy era recorrer la Ruta Provincial 20 desde Ranchos hasta Magdalena, pasando por Chascomus y Vieytes, pero consultando con gente de la zona me enteré que el tramo de Chascomus a Vieytes es de tierra, y con la lluvia era intransitable, al menos para una bicicleta con trailer, por lo que modifique el recorrido; una vez en Chascomus, tomaría la AU 2 hasta la Ruta Provincial 82 con destino a Oliden, que si bien también es de tierra, sólo eran 10 kilómetros de camino consolidado versus 50 kilómetros por Ruta Provincial 20.
 Como pueden ver, me toco un día espectacular, y los 35 kilómetros desde Ranchos a Chascomus se hicieron súper rápido, y sin mayores sobresaltos. Solo me detuve al lado de una persona que había roto el auto para ver si le podía ser de utilidad, pero resulto que yo no tenía la herramienta que hacía falta. Seguí viaje hasta Chascomus, donde me detuve a almorzar en una estación de servicio sobre la AU 2 ya.
 Después de un almuerzo copioso, seguí viaje por AU 2 hasta la localidad de Samborombón, pero al detenerme de nuevo se produjo un encuentro inesperado: Frente a una estación de servicio se encontraba una camioneta con un trailer en el que llevaban varias bicicletas embarradas. Supuse que se trataría de algún grupo de ciclistas que aprovechaban el domingo para hacer un recorrido al aire libre. Frené al lado de ellos, y mientras charlaba con los que estaban, escucho que me llaman, y al voltear me encuentro con nada mas ni nada menos que Eduardo! (ver entrada "Eduardo!" del 13/4). Ahí estaba, sonriente como siempre, y nos quedamos charlando unos momentos, preguntándonos cosas que pasaron desde nuestro ultimo encuentro.
 Aunque fue corto, fue un reencuentro muy efusivo, y luego de esto, seguí viaje hasta Samborombón, donde me encontré con esta maravillosa gente, que me permitió hacer noche en esta estación de servicio, ademas de ayudarme con varias cositas mas. Así terminó el día, ¡ya falta poquito para llegar!



jueves, 12 de junio de 2014

Día 8 y 9 (6 y 7 de junio 2014)

El día arranco dentro de todo bien, aunque me desperté con frío en los pies, ya que la bolsa de dormir quedo apoyada sobre la pared de la carpa y se mojo con el rocío de la mañana, por lo que prendí el anafe antes de siquiera salir de la bolsa de dormir, jejeje. Ya habiendo tomado un café con leche y comido algunas galletitas, salí de la carpa para empezar a organizar el día, ya que tenia que conseguir esa bendita rueda y seguir viaje hacia la localidad de Ranchos. Menuda sorpresa me llevé cuando salí y me encontré con esto:

 ¡todo congelado!. No me había dado cuenta, pero durante la noche había caído una helada considerable, y al salir de la carpa y encontrar la bicicleta y el kayak completamente escarchados, me pareció una imagen muy bonita, lamenté un poco no haberme levantado mas temprano para poder sacar una foto de la carpa así, con hielo encima también. Por suerte elegí bien mi bolsa de dormir para esta aventura, sino hubiese tenido serios problemas para dormir; y ya que hablamos de problemas, me aboqué al problema principal: la rueda del trailer:

Después de desarmar el campamento, el dueño de la gomería me hizo un lugar para guardar el kayak mientras yo iba a la ciudad a buscar una rueda de recambio. Así fue que desenganché el trailer de la bicicleta, moví el kayak hasta la gomería y me fui rodando en la bicicleta sola hasta el centro de General Belgrano. Sé que es redundante decirlo, pero ¡qué bien se sintió rodar con la bicicleta sola! ¡el mas mínimo esfuerzo alcanzaba para hacerla rodar a 30 kilómetros por hora!
Luego de visitar 3 ferreterías pude conseguir la rueda de repuesto, aunque no era exactamente la misma, una vez en la gomería, con las herramientas adecuadas y la astucia combinada de Daniel y mía, se pudo resolver sin mayor inconveniente.
Federico, Daniel y yo
Ya resuelto el problema, y siendo que eran las 14:00 decidí tomar la Ruta Provincial 29 con destino a la localidad de Ranchos, pensando en que 30 kilómetros era una distancia corta...
Que de hecho lo es, si no fuera porque a los 15 kilómetros empezaron los problemas de nuevo.









Salí desde General Belgrano con viento en contra, lo cual me generaba una gran pérdida de velocidad, pero no fue hasta llegar al acceso a la localidad de Villanueva que noté que tenia otro problema: un pequeño corte en la rueda derecha del trailer (la que no había cambiado) que dejaba ver la cámara de aire. En si, era un corte de dos centímetros aproximadamente, no parecía ser de gravedad, y como tampoco contaba con elementos para arreglar ese neumático, le resté importancia al asunto y seguí rodando. Pero el caso es que el corte se siguió estirando, hasta dejar salir toda la cámara de aire fuera del neumático, que empezó a rozar contra la estructura del trailer, volviendo el andar muy pesado e inestable ya que la rueda había perdido su forma redonda y generaba sacudidas hacia los lados. finalmente, a 6 kilómetros de Ranchos, ya de noche, la rueda perdió el aire y no pude seguir pedaleando. Me toco seguir caminando, de noche, con frío y mojado durante 4 kilómetros, hasta que un automovilista se apiado de mi y contactó al destacamento policial de Ranchos, quienes fueron en mi auxilio... No les puedo explicar la alegría que sentí cuando vi las luces azules destellantes acercarse a mi. A esta altura, eran las 22:30, yo estaba con los pies completamente mojados de caminar por el pasto al costado de la ruta, con una temperatura de 3°C, y la presión sanguínea por el suelo, producto del esfuerzo físico que implico caminar 4 kilómetros empujando los 130 kilogramos del "convoy". Como es rutina, el oficial que llegó me pidió mis datos y documentación, y luego me invito a sentarme en el móvil (¡adelante!) para que mi cuerpo recuperase un poco de temperatura. Darío, como se llamaba el oficial, me dijo que no había problema en acercarme hasta la ciudad de Ranchos, el problema es que su móvil era un sedán, dicho de otra forma, no había manera de que me pueda llevar con el kayak y la bicicleta; por lo que llamo a su compañero, Enrique; quién llegó con una pick-up y me pudo llevar los 2 kilómetros restantes hasta Ranchos.
 Una vez en Ranchos, me llevaron hasta una estación de servicio, dónde podría pasar la noche, pero al llegar, el sereno me hizo saber que el dueño de la estación no permitía acampar en el predio. Lo cual me preocupó un poco, ya que llegamos a las 23:30. Pero Fabián, un muchacho que trabajaba en el restaurante al lado de la estación y encargado de un local de motos contiguo me dijo mientras me daba un mate que podía acampar en el espacio en frente del local de motos. Gracias a Fabián se me resolvió el problema del campamento, lo que me hizo acordar de otra situación que me generaba mucho pesar: en Ranchos mi celular no tenia cobertura, por lo que no podía avisar que estaba bien y a salvo, y me generaba mucha angustia no poder hablar con ESA persona, porque sabia que estaba muy preocupada y sabia que conforme pasaran las horas se iba a preocupar cada vez mas. Me sentí muy culpable y muy egoísta, por embarcarme en esta aventura sin considerar el daño que le generaría a la gente que me quiere en esta situación. Sin embargo, Fabián también me ayudo en eso, prestándome una computadora con conexión a Internet que me permitió avisar que estaba bien y sin daños; y créanlo o no, mientras yo estaba con la computadora, ¡me trajo un sándwich de milanesa completo!, y como si fuera poco, antes de abrir el restaurante, me llevó en su auto particular a recorrer ferreterías para conseguir esa maldita rueda que tantos dolores de cabeza me trajo


De casualidad pude conseguir el neumático solo, sin cámara y sin llanta, pero era suficiente, luego de un poco de trabajo y 4 parches, salió adelante; pero como había amanecido lloviendo, ya podía relajarme y esperar al día siguiente para retomar la ruta y acercarme al final de este primer tramo de viaje.
Acá les presento a Fabián, "un tipazo" como decimos acá, que me extendió todas las manos que pudo ¡y mas también! Solo tengo palabras de agradecimiento para el, Dios lo tenga siempre en la gloria.

dia 7 (5 de junio 2014)


Hoy retomo la ruta, después de un día de descanso en San Miguel del Monte, retome el ultimo tramo de la Ruta Provincial 41 que voy a recorrer en este viaje. El destino de hoy es la ciudad de General Belgrano (Provincia de Buenos Aires). El día empezó pesimista, una densa niebla retraso mi partida hasta las 10:40, pero una vez en la ruta, todo fue sin contratiempos, el único detalle era que "el convoy" se sentía particularmente pesado para moverse. En fin, pensé que se debía a la fatiga muscular producto de los 3 días de pedaleo consecutivos... pero resulto ser que las ruedas del trailer y la rueda trasera de la bicicleta estaban con presión baja, y eso era la dificultad que sentía. 10 kilómetros antes de llegar a General Belgrano vine a conocer el paraje "El Siasgo" lugar en donde se encuentra una casita de adobe que funciona como tienda de regionales, la cual me llamo mucho la atención y mereció una parada de descanso.


Seguí viaje, recorrí estos 10 km que me faltaban para llegar a General Belgrano, y al llegar conseguí acampar en una estación de servicio con gomería, donde hice revisar la presión de las ruedas, y efectivamente, estaban desinfladas; la rueda delantera de la bicicleta tenia 40 libras de las 60 que lleva, la rueda trasera, 35 libras de 60, y las del trailer, una 14 libras y la otra 19 libras de 30... Pensé que había solucionado el inconveniente, pero no hice mas que salir de la gomería para que la rueda izquierda del trailer quedara totalmente desinflada, con lo que me toco desarmarla y ponerle un parche.
Lo peor fue que después de terminar con el asunto del parche, arme la rueda, la puse de vuelta en
 su eje y baje el trailer al suelo de nuevo... Y cuando lo acomode para que quedara en el lugar donde iba a pasar la noche ¡se reventó el neumático! realmente me sentí un poco frustrado y asustado. Frustrado, porque no hacia 5 minutos que le había puesto el parche a la rueda y no había girado ni siquiera una vuelta cuando estalló, y asustado porque no sabía si iba a poder conseguir una rueda de repuesto, de ese diámetro... realmente llegué a odiar el momento en que decidí poner esas ruedas en el trailer... al mismo tiempo que las palabras de Juan (ver entrada "Juan!" del 13 de abril) hacían eco en mi cabeza... Por suerte varias personas que estaban en la gomería me aseguraron que se iba a poder conseguir la rueda en el centro de la ciudad, asi que pude dormir tranquilo.

Dia 5 y 6 (3 y 4 de Junio 2014)

Hoy arranque hacia San Miguel del Monte, ya desde temprano empece a levantar campamento y note que el viento soplaba desde el sudeste... lo cual me significaría viento en contra todo el día. Por eso me apure en levantar todo y salir rápido, me esperaba un trayecto largo, sin posibilidad de parar en el medio. Ademas, estaba pronosticado lluvia el día 4 de junio (pronostico que se cumplió y me obligó a quedarme un día completo en San Miguel del Monte) Esta vez no realice muchas paradas, solo una vale la pena mencionar: mi encuentro con Pablo y Andres, que estaban a la vera de la ruta con una pick-up y una cosechadora, esperando un camión creo, y con quienes charle un rato largo, mientras descansaba un poco las piernas, que tenia un tanto adoloridas por el viento en contra.
Después de este encuentro, seguí viaje sin sobresaltos hasta San Miguel del Monte, donde pude levantar campamento en una estación de servicio, que me permitió pasar el día de lluvia fuera de la ruta.
Esto me significo un contratiempo, pero a la vez me permitió recuperarme un poco de los 3 días anteriores de pedaleo constante, y también de repasar mis apuntes de física, particularmente sobre rozamiento por rodadura, lo cual me hizo ver las falencias que presentaba el trailer del kayak. Fue en este día que mentalmente estructuré las modificaciones necesarias sobre el trailer, para hacer mas ameno mi viaje... de todas formas, no sería hasta llegar a Magdalena que podría realizar estos cambios, así que solo me quedo esperar al día siguiente, en compañía de Carlos y Simón, que hicieron la espera muy amistosa y divertida!